Desde el 2 de enero hasta mitad de febrero de 2013, realicé cien notas de facebook con lecturas de poesía publicada en el país desde los últimos días de 2011 hasta los primeros de 2013. La selección, que llevaba el mismo título que este blog, abarcó textos que aparecieron en papel y en blogs, tanto de poetas como de traductores de distintos lugares de la Argentina. Las que denominé "entregas de poesía" también incluyeron doce "yapitas": otras notas con videos y audios de lecturas de poesía en distintos tipos de experiencias.

En los últimos días de diciembre de 2013, decidí reunir todo ese material en este blog, más algunos agregados de libros que también se publicaron en 2012 y que no había llegado a incluir en la primera selección.

No hace falta aclarar que estos textos no agotan toda la poesía publicada durante ese año, pero intenta ser un aporte que muestre las variadas y valiosas poéticas que podemos leer actualmente en el país.

sábado, 11 de abril de 2015

Claudio Archubi



Claudio Archubi (Mar del Plata/CABA), Sísifo en el Norte, Ruinas Circulares, Buenos Aires, 2012.






















             Sueño que voy al Norte.

          ¿Hacia dónde mirar si ya se está en el Norte?
          Se movieron las grandes aspas de la
conciencia. Giraron con el viento. No luché contra
ellas.

         Un viaje a la espera del fruto tardío.
         Al lugar más pesado, al más antiguo.

        Para dejarlo todo, mientras los grandes
monumentos desfilan bajo el crepúsculo.
        Para ver el camino y sus cáscaras, sus 
palabras fijas.

        Baja la raíz, pero no se detiene cuando se
encuentra con la piedra.
        Así lo familiar no se detiene cuando se toca
con lo extraño, así mi mano escarba Europa.
        Amplio es el rodeo.












        Veo cómo las razas se entrecruzan. Rápidas
son las velocidades del Norte, estrecho el territorio.
Toco la superficie.
        Distinta la pulpa, idéntico el carozo.

        Gira la cáscara del presente, gira rápido,
bulliciosa. Me muevo en silencio sobre ella flotando
como un chino sobre papel de arroz.
        Cuán liviana la totalidad, cuán fría su
moneda.














         El no nacido se cierne sobre mí, atrapado por
las paredes del cambio. Voy dejando cosas en el Norte.
Pero mi piedra va conmigo.

        Las estatuas están quietas bajo la lluvia,
abrazadas por las raíces, unidas a los grandes árboles
de la belleza.

       Pronuncian su palabra lenta, la pronuncian
para mí: 'llevas tu piedra, también nos llevas'.
















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