Desde el 2 de enero hasta mitad de febrero de 2013, realicé cien notas de facebook con lecturas de poesía publicada en el país desde los últimos días de 2011 hasta los primeros de 2013. La selección, que llevaba el mismo título que este blog, abarcó textos que aparecieron en papel y en blogs, tanto de poetas como de traductores de distintos lugares de la Argentina. Las que denominé "entregas de poesía" también incluyeron doce "yapitas": otras notas con videos y audios de lecturas de poesía en distintos tipos de experiencias.

En los últimos días de diciembre de 2013, decidí reunir todo ese material en este blog, más algunos agregados de libros que también se publicaron en 2012 y que no había llegado a incluir en la primera selección.

No hace falta aclarar que estos textos no agotan toda la poesía publicada durante ese año, pero intenta ser un aporte que muestre las variadas y valiosas poéticas que podemos leer actualmente en el país.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Entrega 86: 6 de febrero de 2013






Poema de Amy Benoit traducido por Ezequiel Zaidenwerg. Publicado el 27 de septiembre de 2012 en en su blog.





El lamento de Eva 

Que todo es vanidad y perseguir
el viento lo supimos enseguida:
cada día veíamos reflejada
en el arroyo nuestra propia imagen,
y repetidas en el otro rostro
idénticas facciones; una brisa
nos refrescaba el cuerpo a la mañana
y por las noches nos brindaba abrigo.
El nuestro era el amor de dos hermanos,
salvo que en ese entonces no existía
lo que llaman familia: no teníamos
padres, y si teníamos, se habían
ido de viaje, en un fin de semana
eterno; de volver alguna vez
encontrarían todo igual que antes:
inmaculado el baño; los sillones
sin manchas; convenientemente ocultas
las botellas vacías. El deseo
nunca llegaba a molestarnos, no
por su falta, sino porque deseábamos
aquello que teníamos. ¿Y vos,
por qué deseaste de repente otra
vanidad y otro viento? ¿Te aburría
la textura arenosa de la fruta,
la persistencia del conocimiento?
Que te fuiste, se sabe. Y se borró
detrás de vos la puerta que cruzaste.
Extrañabas el hambre. ¿Ahora comés
o elegiste ayunar? ¿Algo te abriga?
¿Alguien? Yo, si querés saber, aún vivo
en el deslumbramiento de esta zona
sin puertas: el jardín que me dejaste.


(En el blog no aparece el poema en el idioma original).





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