Desde el 2 de enero hasta mitad de febrero de 2013, realicé cien notas de facebook con lecturas de poesía publicada en el país desde los últimos días de 2011 hasta los primeros de 2013. La selección, que llevaba el mismo título que este blog, abarcó textos que aparecieron en papel y en blogs, tanto de poetas como de traductores de distintos lugares de la Argentina. Las que denominé "entregas de poesía" también incluyeron doce "yapitas": otras notas con videos y audios de lecturas de poesía en distintos tipos de experiencias.

En los últimos días de diciembre de 2013, decidí reunir todo ese material en este blog, más algunos agregados de libros que también se publicaron en 2012 y que no había llegado a incluir en la primera selección.

No hace falta aclarar que estos textos no agotan toda la poesía publicada durante ese año, pero intenta ser un aporte que muestre las variadas y valiosas poéticas que podemos leer actualmente en el país.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Entrega 24: 9 de enero de 2013





Lorena Curruhinca (nació en Viedma, vive en Bahía Blanca y Carmen de Patagones), Una chica de río, Colectivo Semilla, 2012.












Big Fish

I

Edward Bloom agoniza y su hijo, Will,
le pide que se muestre tal como en realidad es.
Necesita conocerlo
despojado de las historias fantásticas

que le contó desde niño.
Su padre no puede ser más que su relato;
la biografía no es lineal ni real:
uno gana el derecho de contarla.

II


No quiero una muerte tranquila.
No quiero la sintaxis del dolor.
Cuando esté por morir
quiero que me cuenten la historia de mi muerte
como a Edward Bloom: un hombre llevado en brazos
mientras saluda a todos los que amó.
Luego inspirar profundo, sumergirme
y transformarme en un gran pez.





* * * *


Quiero escribir un poema alegre.
Hablar de cosas pequeñas, delicadas,

diminutas como prendedores,
dedales, hebras de té.
Pero no puedo: lo minúsculo son organelas celulares y su función,

los mecanismos de transporte de energía.
El hilo, finísimo, es el mismo que enhebré para mi abuela
y también, para mi mamá; es el filamento por donde transcurre
mi memoria y me configuro. Se tensa con cada evocación.

¿Cómo quedará tejido, entonces, cuando
termine el relato?




Sin título

I



No hay en el río ese plegamiento,
flexión del mar.

El arqueamiento es horizontal.
El vaivén es más sutil;
la mirada es la que necesita curvarse.

Hay que tirar piedras para hacer sapito:
perturbar la superficie.


Observo desde la orilla y puedo ver el otro lado,
sin la presión de la mística marítima.

Para nadar en aguas dulces se necesita del propio impulso.


II

Cada tanto, en el Río Negro aparecen toninas –especie delfín–.

Escribo forzando el lenguaje, sobre superficie acuática:
remover en las palabras para que el poema
mantenga la propagación de la onda.








No hay comentarios:

Publicar un comentario