Foto de Catalina Boccardo. |
EL ELEFANTE SE APAREA LENTAMENTE
El elefante, enorme y antiguo animal,
se aparea lentamente;
encuentra una hembra, no muestran premura
esperan
a que en sus vastos corazones cautelosos
poco a poco se encienda la emoción
rezagándose en los lechos de los ríos
mientras toman agua y comen hierbas
y corren en pánico por la maleza de la selva
con la manada,
y duermen en sólido silencio y despiertan
juntos, sin decir nada.
Tan lentamente sus grandes corazones
calientes se llenan de deseo,
y al fin se aman las grandiosas bestias en secreto,
ocultando su fuego.
Son los animales más viejos y más sabios
así que al fin saben
esperar la fiesta más solitaria
el banquete completo.
No arrancan, violentos, los bocados;
su sangre maciza se acerca
como las mareas a la luna, cada vez más
hasta tocarse en el torrente.
Este poema integró posteriormente el volumen de D. H. Lawrence, Uvas y otros poemas, selección, traducción y prólogo de Carmen Vasco, Ediciones del Dock, 2013.
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