Desde el 2 de enero hasta mitad de febrero de 2013, realicé cien notas de facebook con lecturas de poesía publicada en el país desde los últimos días de 2011 hasta los primeros de 2013. La selección, que llevaba el mismo título que este blog, abarcó textos que aparecieron en papel y en blogs, tanto de poetas como de traductores de distintos lugares de la Argentina. Las que denominé "entregas de poesía" también incluyeron doce "yapitas": otras notas con videos y audios de lecturas de poesía en distintos tipos de experiencias.

En los últimos días de diciembre de 2013, decidí reunir todo ese material en este blog, más algunos agregados de libros que también se publicaron en 2012 y que no había llegado a incluir en la primera selección.

No hace falta aclarar que estos textos no agotan toda la poesía publicada durante ese año, pero intenta ser un aporte que muestre las variadas y valiosas poéticas que podemos leer actualmente en el país.

lunes, 24 de febrero de 2014

Silvio Mattoni



Silvio Mattoni (Córdoba), Avenida de mayo, Nudista, 2013.

















Número

Amor, estabas en el mundo ya
siete mil setecientos treinta y cinco
días y me llevaste por la noche
a tu rincón, un estudio prestado,
vos aceptaste el sí de tu voz suave
y me recibiste, cuerpo transparente.
Qué juego perdido, cuánto chocar
hasta romper una red invisible,
siete mil setecientos treinta y cinco
días, antes de que encontrara dónde
te habías acurrucado con el pelo
castaño, la piel demandante, tapada,
amor, para crecer lejos de mí.





Persecución

Dormís, en la víspera de tu segundo año
sobre la tierra. Y hace pocos días
estuve a punto de dejar salir
casi un quejido de alegría, persiguiéndote
en un gimnasio escolar lleno de chicos
y sus padres. Corrías, te escapabas
pero sin darte vuelta sentías mis pasos
cerca de tu espaldita vigorosa. De pronto
un coro temible, trágico que se escucha
en los fieles altoparlantes: tengo ya
cuarenta años, mis héores son apenas
nombres, libros, valentías de haber
vivido, pero desaparecen. Mi nombre
está más próximo al eclipse, el tuyo
devuelve a las estrellas otro ciclo.
La música me trajo el vacío que somos.
Las paredes, llenas de dibujos, de réplicas
de pinturas famosas, hechas por manos
que tienen siete, ocho, nueve, y un destino
seguramente utilitario, la tortura: el trabajo.
La paz de tu sueño, el aliento que ritma
este dormir en un pequeño viaje
recuerdan los instantes en que te dabas vuelta
y te reías mirándome seguirte.
Galileo, en tu nombre, vacío como todos,
máscara funeraria de paisajes que nunca
vamos a ver, resplandecían tus dientes,
y en tus pupilas claras creí ver el sentido
de las elipses constantes. Por supuesto
que no lo tienen. Pero dormís, feliz,
como si el mundo no estuviese colgando
del hilo que algún sueño negativo
ató a tus palabras, igual que aquella noche
en que decías soñando: "¡no!, ¡no!, ¡no!"
Me acompañará siempre, en la degradación
inevitable, la manera en que frenabas
y acelerabas por el gran gimnasio
y el sonido pronunciado, la tercera persona,
no yo, ni vos, cuando te preguntaron
quién se golpeó la cabeza: "¡Galileio!" 











1 comentario:

  1. soy javier almeida, gracias por lo de silvio, lo admiro mucho. yo publique en el 2011 de la ostia variopinta, poemas de 75 al 86 y en 2012 antologia de un margen inedito con poemas del 91 al 2001, antes quince titulos mas, el primero reyvaj del 87 y habras oido hablar de las plantas del santiamen del 95, un abrazo

    ResponderEliminar