Algo de la poesía publicada en la Argentina de fines de 2011 a enero de 2013.
Desde el 2 de enero hasta mitad de febrero de 2013, realicé cien notas de facebook con lecturas de poesía publicada en el país desde los últimos días de 2011 hasta los primeros de 2013. La selección, que llevaba el mismo título que este blog, abarcó textos que aparecieron en papel y en blogs, tanto de poetas como de traductores de distintos lugares de la Argentina. Las que denominé "entregas de poesía" también incluyeron doce "yapitas": otras notas con videos y audios de lecturas de poesía en distintos tipos de experiencias.
En los últimos días de diciembre de 2013, decidí reunir todo ese material en este blog, más algunos agregados de libros que también se publicaron en 2012 y que no había llegado a incluir en la primera selección.
No hace falta aclarar que estos textos no agotan toda la poesía publicada durante ese año, pero intenta ser un aporte que muestre las variadas y valiosas poéticas que podemos leer actualmente en el país.
miércoles, 25 de diciembre de 2013
Entrega 75: 1º de febrero de 2013
Pamela Terlizzi Prina (Adrogué, pcia. de Bs. As.), Estado de espesura, Ruinas Circulares, 2012.
Hermano
Tuve un hijo de mi madre
Mi gravidez fue la de una casa
de seis ovarios
Sin azules la casa devora
pone agujas en el algodón
deduce de una caricia
el hervor
de un perfume
el filo
de un jarro
la sed
Tuve un hijo en esa casa
lo parí en prédica
en defensa de los fantasmas
en la entrega del álgebra
de los relojes
y la vergüenza
Lo tuve y lo tengo
por sobre el verbo y el alimento
adentro y lejos
Y me reverbera la carne
que es la suya
el parpadeo lerdo
que es el suyo
las manos vueltas
ratas o palomas o caníbales
según el cielo
el ruido
Tengo un vientre mudo entre los brazos
uno que no dice nanas
uno que ciñe la niñez que guarda la memoria
la misma que flagela la verdad
un yo madre del hijo de mi madre
Hambre
"El terror es un conejito muy lindo,
da gusto poder tocarlo".
Liliana Díaz Mindurry
Caracolas negras son tripas
Hago silencio no los llamo gusanos ni moluscos
ni les digo del asco o la guerra
Me completan de seres muertos destrozados por mí
por mis dientes inescrupulosos voraces
Por cada verso un bocado
es una caída sin orillas ni abismo
un displacer redondo
una motricidad que me compele a la inocencia
Soy un rostro que no me cabe en las manos
para llorar con un quejido apenas
un cuerpo que no me cabe en el cuerpo
que crece de un silencio mudo y sólido
sordo y afiebrado
Todos los diablos del estómago me patean
cuando muero un poco
boca abajo
cuando quiero salir de mí
y empequeñecerme y decir
y que la voz suene
arda
cante
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