Algo de la poesía publicada en la Argentina de fines de 2011 a enero de 2013.
Desde el 2 de enero hasta mitad de febrero de 2013, realicé cien notas de facebook con lecturas de poesía publicada en el país desde los últimos días de 2011 hasta los primeros de 2013. La selección, que llevaba el mismo título que este blog, abarcó textos que aparecieron en papel y en blogs, tanto de poetas como de traductores de distintos lugares de la Argentina. Las que denominé "entregas de poesía" también incluyeron doce "yapitas": otras notas con videos y audios de lecturas de poesía en distintos tipos de experiencias.
En los últimos días de diciembre de 2013, decidí reunir todo ese material en este blog, más algunos agregados de libros que también se publicaron en 2012 y que no había llegado a incluir en la primera selección.
No hace falta aclarar que estos textos no agotan toda la poesía publicada durante ese año, pero intenta ser un aporte que muestre las variadas y valiosas poéticas que podemos leer actualmente en el país.
viernes, 27 de diciembre de 2013
Entrega 96: 14 de febrero de 2013
Irma Marc (de Rosario, vive en Córdoba), poemas publicados en junio de 2012 en el blog Una de poetas, de Graciela Cros.
Lo solar y lo oscuro
La piel fulgura entre los bordes
de lo oscuro
que se abre
y lo solar.
Se sabe, desnudar fascina
más que lo desnudo,
develar cautiva en el extraño
apareamiento entre piel y neuronas.
Se sabe, entrar en el mito siempre entraña riesgos,
textos sagrados muy antiguos hablan de un diluvio,
de cierta arca poblada por parejas de animales y una pareja humana,
cuentan que todo lo existente pereció en las grandes aguas
y que todo volvió a comenzar a partir de esos pocos.
Entonces, con inocencia y a su tiempo,
los cuerpos se encontraron,
nadie habló de Ley o de Pecado o de Caída
(¿Y si sólo pudiera hablarse de caída desde abajo?
¿Y si en lo alto, el descenso fuera simple perspectiva del vuelo?),
porque los episodios del rito eran sagrados,
lo que se abría y centelleaba eran los cielos,
lo demás,
materia oscura sumergida.
Se sabe, la evaporación es lenta
y la materia quemante del lenguaje
hace emerger lo que sí,
lo que no,
es la memoria atrás de la memoria,
del gran estruendo de las aguas
que cayeron sobre el agua
cuarenta días y cuarenta noches,
en lo que lo que lo solar y lo oscuro
fueron uno.
No pares.
Los cuerpos perdidos
Para la poesía, la juventud no basta; se requiere la infancia
Giovanni Páscoli
Yo no quería fallarle a papá
pero resulta que también quería encontrar esa palabrita esa palabrita
en el colegio me enseñaron a escribir
yoamoamipapámimamamemimayenelprincipiofueelVerbo
y yo quería empezar por el principio
para que me naciera el cuerpo
porque no es cierto que yo nací en Rosario, papá, yo nací en el lenguaje y tampoco es cierto que me fui, papá o que vos te moriste, papá, porque
uno no está acá o allá, en el Cielo, en el purgatorio o en el temido infierno, en la República Argentinayenelcentrodemipechounalatadesardinas, papá, uno vive en el lenguaje, papá,
sin la lengua no hay cuerpo,
y yo no quería fallarte, Papá, pero vos querías que yo hablara de las medidas de capacidad y de los volúmenes y de cosas que pudieran tocarse, que pudieran venderse y comprarse en una ciudad donde la gente se levanta, desayuna,
merienda y cena y estudia y tiene diplomas y chapas y las lustra y los cuelga y trabaja y se casa y tiene chicos y se compra casas, autos y all inclusive en Cancún.
Yo quería darte el gusto, papá, te lo juro,
pero tenía que buscar esa palabrita esa palabrita
De Los cuerpos perdidos (inédito).
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