Algo de la poesía publicada en la Argentina de fines de 2011 a enero de 2013.
Desde el 2 de enero hasta mitad de febrero de 2013, realicé cien notas de facebook con lecturas de poesía publicada en el país desde los últimos días de 2011 hasta los primeros de 2013. La selección, que llevaba el mismo título que este blog, abarcó textos que aparecieron en papel y en blogs, tanto de poetas como de traductores de distintos lugares de la Argentina. Las que denominé "entregas de poesía" también incluyeron doce "yapitas": otras notas con videos y audios de lecturas de poesía en distintos tipos de experiencias.
En los últimos días de diciembre de 2013, decidí reunir todo ese material en este blog, más algunos agregados de libros que también se publicaron en 2012 y que no había llegado a incluir en la primera selección.
No hace falta aclarar que estos textos no agotan toda la poesía publicada durante ese año, pero intenta ser un aporte que muestre las variadas y valiosas poéticas que podemos leer actualmente en el país.
sábado, 21 de diciembre de 2013
Entrega 19: 8 de enero de 2013
Natalia Litvinova (nació en Bielorrusia, vive en Buenos Aires), Grieta, Gog y Magog, diciembre de 2012.
AULLAR COMO QUIÉN
Me fue dado el don de adentrarme en lo lejano.
Mas no el de retornar.
No es el abedul. Soy yo quien se estremece bajo su piel.
Volver en ruso no es lo mismo que en castellano.
Volver en los dos idiomas.
Doblemente imposible.
AFUERA
Afuera, un rostro, parecido al mío, pero mojado.
Llueve. Me mira. Es un pájaro que roba mis ojos.
Afuera, un cuerpo, parecido al mío. Húmedo, pregunta
por qué llueve.
Detrás del cristal estas manos no saben.
LA CANCIÓN NO ES LA MISMA
Me pregunto si podré dormir. La noche debería ser
eterna o no ser.
Otra vez el grillo. La misma canción.
¿Dónde va este viento? ¿Dónde me lleva, a mí, tan quieta?
¿Qué será el viento? La misma canción.
Todo lo que veo vive más que mis pensamientos sobre mí.
Me pregunto si podré dormir.
Debería ponerle nombre a la noche.
Entrega 30: 11 de enero de 2013
Asher Reich (Jerusalén) traducido por Gerardo Lewin.
Publicado el 9 de julio de 2012 en el blog de Lewin: De_canta_sión.
Esto se transforma
El invierno vive en tu tibieza.
Yo vivo en ti.
Mi mujer ya no es
mi mujer.
Tú, aún, tú:
mi pan de medianoche.
Esto se transforma en costumbre,
desde un paisaje nórdico en el que el amor
es una palabra para muchachas invernales,
de sombría quietud. Que no te asombre
el que la luz haga lo suyo con nosotros.
Nuestras sombras congeladas. Congelado el río.
Pájaros congelados caen sobre la nieve.
La nube gris blanca del paisaje,
blanca y gris.
Los ojos del frío nos atraviesan
y el rayo regresa al trueno.
Memorias vuelan como pájaros
hacia el verano altísimo
que nuestros cuerpos olvidaron.
Nuestros mediterráneos rostros se blanquean
como aquellas noches.
Rumores, como témpanos, se nos aproximan.
Zarparemos, de regreso a casa
y todo volverá a su estado anterior:
el calor y sus usos,
el cielo y sus azules ojos.
El verano vivirá en tu piel.
Yo viviré en el verano.
Dalia Ravikovitch (Ramat Gan, Israel) traducida por Gerardo Lewin.
Publicado el 1º de enero de 2012 en el blog de Lewin: De_canta_sión.
Con el viento a favor
Cuando un hombre está solo en su cuarto
¿qué saben de él los otros, allá afuera?
Quizás una palabra aúlle en sus oídos
las veinticuatro horas, día a día.
Hay gente que no entiende
hasta qué punto es dura la jornada.
La mañana no alumbra del modo en que debiera,
el rostro del sol es un disco aplastado.
Hace veinticinco años
hubo en el mundo una guerra atroz.
Entre las miles de casas de los vencidos
había personas con orgullo en el corazón.
El hombre que está solo en su cuarto
mira al sol aplastado
y comienza a pensar cosas maravillosas.
Como volar con el viento a favor.
Incluso hay quienes vuelan
sin necesidad de viento alguno.
Las ramas de los pinos se adhieren a sus mejillas
y vuelan con los húmedos labios abiertos.
Sin saberlo, una nube o una semilla aérea
besan, al pasar, sus bocas.
Con ojos brillantes, lacrimosos,
contemplan la celeste maravilla.
Si tropezara con él alguna partícula divina
no le provocaría daño alguno.
Volar significa que los pliegues del aire
te llevan, como el amor.
Uno vuela, uno aterriza
y es entonces cuando sobreviene la sorpresa:
Hay quienes vuelan con el viento a favor
y aun así se pierden, abruptamente, prematuros.
Entrega 29: 11 de enero de 2013
Inés Manzano (CABA), Si es puñal que me mate, Papeles de Boulevard, 2012.
Premonición
Pienso
nada me puede suceder
Entonces
una violeta
nace
y el mundo
tiembla
La captura
Me animaba el desprejuicio del animal que bebe de la fuente
Exultante
avanzaba hacia vos coronadas de estrellas mis orejas
El camino era ancho
Extraviada en la risa
Poseída
por la centella punzante y taimada de tu espejo
la confianza me cubría como un manto
Lo demás ya es sabido
Desobedecí
el saber milenario de la tribu
Amordacé mis voces
y el grito desgarrado de mi madre
Ahora soy una mujer sin paz
que acude a los refugios
El camino es sólo un dobladillo cosido por la bruma
Arrebatada
no levanto la vista de las ruinas
Voy en busca del último rehén de tu mirada fija
mi alma
que duerme en la cajita de tu cámara
a Enrique Abbate
. . . . . .
Que alguien me libre
del gesto disciplinado del bonsai
que se acurruca
para no herir el aura
que rodea su frente
Que alguien me libre
del rigor de ser hija de los dioses
sacrificada
por hacerse a la idea
del dedo que la asfixia
Que alguien me libre
de buscar redención en el silencio
Que mis manos
desconozcan el orden
que me obliga
Que alguien me libre
de agachar la cabeza para ser coronada
Entrega 28: 11 de enero de 2013
Claudia Masin (nació en Chaco, vive en CABA), La vista, edición corregida y aumentada, Hilos, 2012.
Déjame entrar
Tu sangre no corre por mis venas,
tu sangre es la hilandera que fue tejiendo
cada hebra de mi crecimiento
como si yo fuera el ovillo apretado
dentro de la madeja. ¿La mejor esperanza
que pudiste tener para mí
fue que me convirtiera en el abrigo que alguien
acepta ponerse sobre el cuerpo con el pueril orgullo
de tener la desnudez cubierta? ¿A qué orilla
de barro y de pobreza puede una llegar con semejante río
corriéndole por dentro, qué estamos haciendo
al ponerle un nombre a ciertos actos si cuando por primera vez
nos apretaron el cuello estábamos todavía mudos,
rociados por la casa como un perfume vano
y pasajero? ¿Y qué ha cambiado ahora, me pregunto,
qué si todavía se trata de encontrar
en ese tronco que se pudre al sol una veta dura,
firme en la madera, que el rocío y las plagas
no carcoman fácilmente, un cuerpo que no tenga
que encajarse en otro con la urgencia de la desaparición
tocándole la espalda como una ráfaga de viento?
Qué ha cambiado ahora si todo parece diferente
pero sigue como entonces, como el día en que llegó el alud
a llevarse los muebles de la casa y no nos dimos cuenta
de que las cosas que la nieve arrastra no regresan
porque lo que ha sido tocado una vez por una fuerza incontrolable
llevará esa fuerza en sí, podrá librarse de ella solamente
cuando sobre lo que más ame
descargue ese rayo que se le ha quedado dentro.
Nacido y criado
Hay un amor al extravío en todas las personas extraviadas,
a la larga uno levanta su casa donde resulta que ha caído:
arena, agua, barro, tierra firme. ¿Pero y si resultara
posible la mudanza, si el movimiento
no fuera una explosión que de improviso
transporta las moléculas de un cuerpo de un lugar
a otro lugar, si el movimiento fuera
desprenderse como se desprende una gota de una rama,
si fuera algo así de lento, así
de irreversible?
Este último poema fue publicado inicialmente en El secreto, antología 1997-2007, y luego incorporado a la reedición de La vista.
Entrega 27: 10 de enero de 2013
Elisa Gagliano (Córdoba), El secreto de las polillas urgentes, Ediciones Lamás Médula, 2012.
XI
el abuelo pensó en pájaros
pensó en el poder de poder volar
y compro aviones
la abuela pensó
no en sus alas
o las ventajas del viento
sino en el poder de poder ser fecundada
por un hombre que volaba
y no voló
pero parió hijos
susurrando rezos de otro credo
y así
el nacimiento de mi padre
la cama partida al medio
sus orejas ardiendo
la austeridad a tono con la siesta
y bajo el colchón
su infinito corazón
devorándose a las perras
XII
¿cómo amanecíamos vivos
si todo era hielo inquebrantable
en los bebederos?
los caballos pariendo de pie
los conejos tiernos
la vaca muerta en el algarrobo
el jazmín bordaba guantes
en los postes de quebracho
mi madre haciéndonos coronas
de hierba mi padre
casas de madera
(pero solo los tirantes que las sostienen)
fuimos testigos
de nuestras buenas intenciones
y los niños envejecimos pese al frío
Para escuchar a Elisa Gagliano leyendo para revista Lamás Médula: http://www.revistalamasmedula.com.ar/la%20cactus%20collection/collection_gagliano.html
Entrega 26: 10 de enero de 2013
María Cristina Ramos (nació en Mendoza, vive en Neuquén), En un claro del mundo, Ruedamares, 2012.
Música
Corté su azul como un hilo de encanto,
como un racimo que ya no prospera.
Como un cauce donde tal vez había
el cristal que el agua alumbra de la nada.
Corté su escaso cielo por lo sano,
ya no más la suavidad del escondite,
música donde bebía mi silencio.
Suele pasar con retoños tardíos
que brotan, indefensos,
de la rama quebrada.
La que huye
Tengo que hablar seriamente con la liebre.
No sé por qué me busca con un rabo de sombra,
la he visto complacerse en la hierba,
alumbrar su pelaje en escondites.
La he visto con sus largas alertas
detenerse y mirarme,
como quien esgrime una pregunta
y después esfumarse en hebras de desierto.
Tiene que haber un modo
de entender su mirada,
con razonable pausa alcanzar su carrera.
Llevo siglos en esto, ya no aparto la alfalfa,
me tomo este sosiego
de esperar que algo cambie
en un claro del mundo.
Entrega 25: 10 de enero de 2013
Jorge Aulicino (Buenos Aires), El camino imperial - Escolios, Ediciones Ruinas Circulares, 2012.
Dinastía Han, 194 d.C.
Bien lo dices: "Qué clase de emperador
soy que no tiene morada y habita un país en ruinas";
el entendimiento en ruinas, asimismo.
Hice dádivas,
mientras tallaba mi palacio en oro.
¿Los que invaden mi reino son pueblos justos?
¿Todos beben según su necesidad en los ásperos campamentos?
¿El líder es probo?
De nada te sirven estas preguntas.
Planta tú mismo el arroz devastado.
Únete a tu pueblo.
Naufragará en el Yang Tzé el pensamiento único.
En cada uno de los Tres Reinos
habrá una semilla de verdad.
La espada tiene término.
Donde quiera, el Espíritu soplará.
Y dirá incluso Cao Cao el poderoso:
"Aun las serpientes aladas
se convierten en polvo".
Excepto la estúpida vida
"... ed ecco il loco"
...y cómo de repentino azar se hace el infierno.
Y también de azahares. El que encontraste al pie
del monte, la cabeza entre las piernas,
la que apenas giró para mirarte por sobre
su muslo y te dijo: ahora, prueba subir tú.
Y aquel otro, el que te dijo: hay mejores que yo
en el arte de la iluminación; y sobre todo
el que en el fuego
te señaló con el dedo
al que iba adelante:
ese fue el mejor herrero.
Como si en el infierno y el purgatorio
todos asumieran su cruel y pura verdad,
aun vos,
diciéndote "canta", te eligieron
no te ungieron ni te destinaron, no eras Eneas
ni Pablo,
sino el que ha escuchado el rumor de voces
en la vida de arriba, y ha hallado
su sentido de turbulenta sinfonía abajo
y en las duras laderas del monte
de los aun no salvados.
Los que lloraban por amor más que por los tormentos;
los que callaron la autoconmiseración,
los que dijeron: de corazón he pecado,
entre ellos, reinando,
el que imitaba la voz de Zeus
pidiendo ayuda a Vulcano;
el que se burlaba de los de Siena,
el que se acomodaba a hablar con nostalgia
de Cerdeña junto a su paisano.
¿Somos esa morcilla de voces que arde
sobre un asador atizado por diablos de sindicato?
La zarza arde en la boca del subte.
Gotea en las cloacas un Aqueronte.
Como recintos de frío carbón apagado oscurecen
los edificios.
Y el fuego precede las obras del ingenio.
Excepto la indiferencia, todo estaba
en el infierno y en el purgatorio.
Excepto la natural desnaturalización
de lo sobrenatural,
todo estuvo previsto, para el Decamerón,
para el noticiero.
Excepto la idea vacía de idea
con que alguien se sienta
en este momento a la mesa de al lado.
Excepto la estúpida vida,
la vida en soledad, la vida no colectiva,
la vida no actual.
Entrega 24: 9 de enero de 2013
Lorena Curruhinca (nació en Viedma, vive en Bahía Blanca y Carmen de Patagones), Una chica de río, Colectivo Semilla, 2012.
Big Fish
I
Edward Bloom agoniza y su hijo, Will,
le pide que se muestre tal como en realidad es.
Necesita conocerlo
despojado de las historias fantásticas
que le contó desde niño.
Su padre no puede ser más que su relato;
la biografía no es lineal ni real:
uno gana el derecho de contarla.
II
No quiero una muerte tranquila.
No quiero la sintaxis del dolor.
Cuando esté por morir
quiero que me cuenten la historia de mi muerte
como a Edward Bloom: un hombre llevado en brazos
mientras saluda a todos los que amó.
Luego inspirar profundo, sumergirme
y transformarme en un gran pez.
* * * *
Quiero escribir un poema alegre.
Hablar de cosas pequeñas, delicadas,
diminutas como prendedores,
dedales, hebras de té.
Pero no puedo: lo minúsculo son organelas celulares y su función,
los mecanismos de transporte de energía.
El hilo, finísimo, es el mismo que enhebré para mi abuela
y también, para mi mamá; es el filamento por donde transcurre
mi memoria y me configuro. Se tensa con cada evocación.
¿Cómo quedará tejido, entonces, cuando
termine el relato?
Sin título
I
No hay en el río ese plegamiento,
flexión del mar.
El arqueamiento es horizontal.
El vaivén es más sutil;
la mirada es la que necesita curvarse.
Hay que tirar piedras para hacer sapito:
perturbar la superficie.
Observo desde la orilla y puedo ver el otro lado,
sin la presión de la mística marítima.
Para nadar en aguas dulces se necesita del propio impulso.
II
Cada tanto, en el Río Negro aparecen toninas –especie delfín–.
Escribo forzando el lenguaje, sobre superficie acuática:
remover en las palabras para que el poema
mantenga la propagación de la onda.
Entrega 23: 9 de enero de 2013
Iris Rivera (Longchamps, pcia. de Bs. As.), Bicho hambriento y otros versos jugados, ilustraciones de José Sanabria, Alfaguara infantil, 2012.
VERSOS DE DÍA Y DE NOCHE
La nube negra
se parte mal partida
y estalla el trueno.
Cielo quebrado
que por todas las grietas
vuelca su cántaro.
Agua llovida.
El pico de un gorrión
pellizca el charco.
Cien margaritas.
¿El amarillo zumba
o las abejas?
Un soplo helado
toca el agua tranquila.
Tiembla una estrella.
Entrega 22: 9 de enero de 2013
Alejandro Schmidt (Córdoba), Mi metafísica, Ediciones Cartografías, 2012.
Estatuas del miedo
Bosques soplados por el ogro
renuncias
la nieve toma té con sus patrones
te han negado
qué alivio; qué descanso
acarrean lágrimas
algo habrá
después
donde te encuentres
asoma la ceniza
Dios
cierra el jardín
insisto en robarme
viajo hacia el arriba
quién es ese hombre
lo comprendí y
no valió su pena
bostezan los puros
el premio
llega tarde.
La cruda verdad
Y nuestro hervor.
Nace tu lámpara, Ediciones Cartografías, 2012.
Acertijo
Amparo
o piedra frente al cielo
debiera ser amor
aprender que
en tanto reverbera la voz
hondo se vuelve
el rostro de esos puentes
en acaso
o certeza
tu confusión
su viaje
dan estigma
al canto
desde mí
hacia vos misma
y todo lo demás es acertijo…
Entrega 21: 8 de enero de 2013
David Wapner (nació en Buenos Aires, vive en Israel), Perrupagia Amoghino Búnfeld, Alción, 2012.
Abandonar el desierto