Desde el 2 de enero hasta mitad de febrero de 2013, realicé cien notas de facebook con lecturas de poesía publicada en el país desde los últimos días de 2011 hasta los primeros de 2013. La selección, que llevaba el mismo título que este blog, abarcó textos que aparecieron en papel y en blogs, tanto de poetas como de traductores de distintos lugares de la Argentina. Las que denominé "entregas de poesía" también incluyeron doce "yapitas": otras notas con videos y audios de lecturas de poesía en distintos tipos de experiencias.

En los últimos días de diciembre de 2013, decidí reunir todo ese material en este blog, más algunos agregados de libros que también se publicaron en 2012 y que no había llegado a incluir en la primera selección.

No hace falta aclarar que estos textos no agotan toda la poesía publicada durante ese año, pero intenta ser un aporte que muestre las variadas y valiosas poéticas que podemos leer actualmente en el país.

viernes, 27 de mayo de 2016

Valeria Zurano




Valeria Zurano (Buenos Aires), La belleza del resentimiento, El Mono Armado, Buenos Aires, 2012.




















Era inevitable un salto hacia la verdad
la palabra que explicara este silencio
una brasa pequeña ardiendo en la confidencia de la noche
Necesitábamos la obsesión explotando en la cúspide de la médula
la mirada nítida para fulminar la piel del miedo
La furia avanza fatal como la influenza
            se grita justicia para calmar el dolor.












La furia es una familia interminable
que se construye en el insomnio de la noche
que se diagrama finamente en un rincón
           al costado de los días
La furia es la piedra en bruto de la venganza
que nace en el zócalo de una casa tranquila.












A veces la ira elige su huésped
             se desplaza sagaz como un animal que acecha
             busca el ojo del que nunca duerme
avanza entre sombras por los escondrijos
             para saltarle a su víctima
y la presa siente que ha llegado el único momento real
             los ojos abiertos en la luz de la noche. 












Mi plan era salvarte y coronarte de flores
hablarte del itinerario que dibujé en la arena
cantarte la utopía como canción de cuna
El plan era abrir tus alas y dejarte en libertad
             para que los que estuviesen atados
             pudieran tenerte entre sus manos
                          y supieran de tu fuego
Ése era mi plan
             furia de paloma herida.












La furia de la música se alza en la tarde
            hay un secreto en esas notas
                        una luz que permanece encendida al costado de mis ojos
hasta sentir que la dicha
            es un insecto que se escapa y sobrevuela la respiración
            es esa luz que vibra al costado de mi existencia. 





































viernes, 25 de septiembre de 2015

Mercedes Halfon




Mercedes Halfon (CABA), Tres islas, Determinado rumor, Buenos Aires, 2012.

Enlace a e-pub.


















Semana de lluvias
desde la ventana todo se ve mojado y gris
el agua lleva y trae su pena.
En días así,
genero mi propio calor
no espero palabras amables.













Este es el sonido del agua rebotando 
contra el parejo asfalto de la autopista 
este es el sonido del agua rebotando 
contra los capots 
este es el sonido del agua rebotando 
contra los techos de las casas que rodean la autopista 
este es el sonido del agua rebotando 
contra las cabezas de los que esperan que cambie la luz para cruzar 
este es el sonido del agua rebotando 
contra la piedra que divide la autopista, la calle y mi casa 
este es el sonido del agua rebotando 
contra los perros que no encontraron refugio 
este es el sonido del agua rebotando.












Somos tres islas o mejor
una formación para mirar desde el aire
con grietas minerales, piedra volcánica,
caracoles antiguos y algas diminutas
unidas por debajo de la tierra.
Si fuéramos ideas
seríamos un diagrama de Venn
algo que forma parte del universo
y que al cruzarse
da un resultado misterioso.
Islas es lo que somos
a veces el agua nos distrae
pero no nos mueve.












Es como lo que le pasó a Jesús
no podía hacer milagros en Belén.












Y esas casas incendiándose
y esos canastitos que flotan en el agua
y esos barcos que se alejan
en estelas de espuma
van a incrustarse en nuevas tierras.
En esas tierras van a fundar nuevas tribus.





































    

jueves, 6 de agosto de 2015

Guillermo Bianchi



Guillermo Bianchi (CABA), La luz de los vencidos, Enigma Editores, Buenos Aires, 2012.
















¿Qué poesía?


¿la atravesada por el humo?
¿la herida de arma blanca?
¿la que sale de noche a emborracharse
en manos del feroz tristan tzará?
¿la que reparte panes y solloza?
¿la que agita las alas del albatros
que baudelaire dejó sobre cubierta?
¿la que golpea la mesa del burgués?
¿la que muerde el exilio
con los ojos de buey llenos de cólera?
¿la que anida en el árbol de alejandra?
¿la que pasta en la huerta de efraín?
¿la que amanece espalda con espalda?
¿la que no dice nada
la que no calla nunca?
¿qué poesía?











Densidad de la luz

salgamos a la puerta
se deben haber ido los fantasmas
hay una brisa que lo explica todo
la dualidad
el fin de los temores

derrama el sol una mirada tibia
sobre la mansedumbre del paisaje
harto de su belleza
el cielo inventa pájaros que le arañan el rostro
todo busca su alquimia de luz precipitada

se deben haber ido los fantasmas
salgamos a la puerta
lentamente el cortejo de la noche
se hunde por el peso
de su propia armadura. 













martes, 4 de agosto de 2015

Estela Barrenechea




Estela Barrenechea (CABA), El filo de la grieta, Vinciguerra, Buenos Aires, 2012.


























Sin ellos, en este mundo 


                                   “Las desapariciones bajan al corazón.”
                                                                 Antonio Gamoneda 


Un aire inundado de sombras
irrumpe, hace miedo,
muy cerca de nosotros. 




En nuestro sueño
muy adentro
destellan espejos rotos. 




Qué dice el corazón
cuando se busca un lugar perdido
sólo con la esperanza,
cuando se pregunta por los que han muerto
y nadie responde. 




La ciudad enmudece y estamos al acecho. 






 







La vida 

¿Cómo inventarse
después del infierno?













sábado, 1 de agosto de 2015

Carlos Aprea



Carlos Aprea (La Plata, Buenos Aires), Pueblos fugaces, Libros de la Talita Dorada, City Bell, 2012.

















Luz o la balada de la construcción permanente



Llegamos a Luz
guiados en la noche
por las altas llamaradas
y contemplamos el regocijo unánime
rodeando las hogueras.
Fascinados ante el resplandor,
incendiaban las míseras moradas
y en las mañanas
las volvían a levantar.

 

 

 

 

 

 

 

Península


Una tortuga asoma a estribor,
a proa salta sobre el agua un pez plateado,
el bote se mece sobre un aceite luminoso,
el sol del mediodía,
la sal sobre la boca,
la felicidad del mar.








 


El cajón del Atreuco

Malabares
para que el paisaje quepa
en una toma,
la maquinita digital
se cayó al agua, ahora
solo quedan los ojos
para recordar.








En Ronda

En Ronda los días son más largos
y la vida más lenta,
todos saben esperar, 
y no matan el tiempo,
lo distraen
regando historias
de viajeros ansiosos
y exploradores implacables
que, por pura prisa,
no dejan florecer los deseos,
y acaban
con los dones del lugar,
las tardes frente al río,
y los contadores de historias.













 

viernes, 29 de mayo de 2015

Jorge Chiesa



Jorge Chiesa (Mar del Plata), Un invierno ruso, Olmo Ediciones, Buenos Aires, 2012.

Colaboración de Valeria Pariso.



















1

Desde el colectivo en movimiento
se queda mirando un pueblo
llamado Coronel Vidal.
Sea de día, sea de noche,
nunca nada se mueve
en esa clase de pueblos.
Nadie alzando la mano,
invitándolo a bajar.
Ningún gesto de amparo
en medio de tanta
desolación.







2

A lo mejor quiero decir la imagen sesgada de un pueblo
viviendo solo en la llanura,
o de unas pocas almas viviendo una vida de pueblo:
casas de ventanas y puertas abiertas
de gente que barre la vereda bajo la luz tenue
o anda en bicicleta al ritmo de los perros.
A lo mejor quiero decir todo eso
en el ojo de un observador que se desplaza,
durante todo un invierno entre dos ciudades,
tironeando entre lo que se posee
y no se posee.







14

Soñar con un plato de comida y una cama
luego de un trabajo pesado
es todo lo que pido.
Dormir en el interior de un iglú,
junto al calor de los rescoldos.
Pasar una temporada aprendiendo de los esquimales
que viven en casas idénticas y encienden un único fuego.
 







20

Internarse en ese bosque
y juntar unas cuantas ramitas,
cortezas, astillas de pino seco.
Una tarea para la que sólo se necesitan
ojos, manos y piernas.
No es poco, claro,
tener ojos, manos y piernas.
Poder internarse en el bosque,
encontrar unas cuantas ramitas,
cortezas, astillas de pino seco.













jueves, 28 de mayo de 2015

Florencia Fragasso



Florencia Fragasso (CABA), Sinestesia, plaqueta, Ediciones Presente, Buenos Aires, 2012.






















Homenaje



Las azaleas
fueron plantadas para conmemorar
el día en que la decisión
se tomó finalmente

Crecieron en un murmullo
y se volvieron casi gente
con sus hábitos y sus temas
aunque más bien silenciosas

Cada tanto las miramos
o las vemos de reojo en medio de una charla
descansada y trivial

Sé que también en tu memoria hay un sacudón,
de algo nos avisan y es reconfortante
pero ninguno puede decir a ciencia cierta
qué conmemoran
olvidamos la causa del homenaje
por eso ni tocamos el tema

Noté esta mañana que la cocina
ya está tomada hasta la mitad













Melodrama



La cantidad de padres de tu contextura
y niños de su edad aproximada
que vi esa tarde
jugando juntos
cuando pasaban los minutos y ustedes
no aparecían
en la plaza con nombre de condesa
donde habíamos quedado en encontrarnos

La cantidad de ambulancias
que creí oir
enloquecidas por la calle
anunciando una tragedia extranjera

En la prensa al otro día un intraducible titular
“argentinos desmaterializados eran en realidad
pura ilusión”

























jueves, 21 de mayo de 2015

Eloísa Oliva




Eloísa Oliva (Córdoba), El tiempo en Ontario, Nudista, Córdoba, 2012.






















Maggie

Le gusta ir en ómnibus a la oficina
poner en un walkman
viejos casetes de su mamá: guitarras y
voces lentas, desesperados cantos
de amor y paz. Maggie
no entiende esa desesperación:
el mundo es una superficie, y no hay
mucho más
que preguntar. Sin embargo, parece
una niña otra vez
esta mañana de mayo
mientras escucha canciones
camino al trabajo, y recuerda la luz
de la primavera en el océano.









Eloísa

Arriba
de un trolebús
fabricado en Rusia
recorre el trayecto
que conecta la noche
a la mañana. El sueño a
la oficina.
Sobre las sierras
flotan las nubes. Un guardia abre
una puerta espejada.
Son las seis y cuarto en Winnipeg.
En Minesotta, las seis y cuarto.
En Manila, el día terminó. En el octavo piso
de este edificio de oficinas,
ocho de la mañana de un día laboral.
Enciende la computadora,
se loguea, Maggie Sue
dejó asignado el objetivo:
control de 3.5
llamadas cada hora.
Y empieza
aunque sabe
que no lo va a lograr, que ni siquiera
va a intentar lograrlo. Su computadora es
sólo el principio de
todas las voces, de
todas las historias.
Hasta las cuatro, escucha.








 

lunes, 18 de mayo de 2015

Sergio Mattano




Sergio Mattano (CABA/Moreno, Buenos Aires), CANOPE (Subpoemas) [Lenguaraz, 2009], Chorizo Brujo Ediciones, 2012; edición digital, Calaméo e Issue, 2014.



















La máquina de facer churizos

¿Qué escriben los poetas
cuando verso los abandona?
¿Imprimen los vericuetos poéticos del posmo?
¿Asustan a su madre con un dossier de Trotsky?
¿Cuelgan un póster de Flaubert?
Cuando la misma neurona
/que arrogante enfrentaba el ocio
de las manos con cal/
se queda postrada de tropos
¿Visita los cuarteles de inferno?
¿Llena crucigramas con foto de perón?
¿Lee maikovsky para ultrajarle iconos?
¿Sueña el tren que lo arrolla junto a una muda
mujer desnuda que su boca amordaza?
¿Se putea con Nicanor?
Cuando lo humilla el silencio
que combate ansioso de enemigos
¿Se jura dirimir las penas de sus colegas?
¿Se enreda en los escotes de Raab
salvándola  por su obra?
¿Bebe con chuker el café literario
o barrabasea huidóbrinamente a neftalí?
Cuando la mano se le infecta de pelos
por tanta masturbación metapoética
¿le sorbe los pechos a Alejandra
hasta quitarle la pelusa virgen?
¿Visita el vientre de su amada
mientras ella amanece más Safo?
¿se cuelga estampitas de haroldo y paco
dedicándoles el primer cloro de la mañana?
¿santifica los sábalos, los penes,
el agua caliente, la sombra,
la hija del vecino, el fernet que la embriaga,
a los católicos contra los turcos, a mahoma frente a cristo,
al papa anterior que tenía forma de pera machuca,
al guerrillero que ya muerto engendraba vida?

Se apaga la máquina
de facer churizos:
mirar
nombrar dos palomas
que en el acto desaparecen
y no decir
que las palabras
inventan
la
nada. 













Canto Cinco

                                                   “Se sienta a la mesa y escribe”
                                                                                Juan Gelman

Ahora es mañana.
mi pelo se enreda
entre los lentes
mi boca tiene besos
de café
poco, vicente, tengo de dios
y sin embargo

Ahora es mañana
mi piel se deshace
de la piel de ayer
de la sábana ya cansada
de abrigarme
poco, huidobro, tengo de fe
y sin embargo