Desde el 2 de enero hasta mitad de febrero de 2013, realicé cien notas de facebook con lecturas de poesía publicada en el país desde los últimos días de 2011 hasta los primeros de 2013. La selección, que llevaba el mismo título que este blog, abarcó textos que aparecieron en papel y en blogs, tanto de poetas como de traductores de distintos lugares de la Argentina. Las que denominé "entregas de poesía" también incluyeron doce "yapitas": otras notas con videos y audios de lecturas de poesía en distintos tipos de experiencias.

En los últimos días de diciembre de 2013, decidí reunir todo ese material en este blog, más algunos agregados de libros que también se publicaron en 2012 y que no había llegado a incluir en la primera selección.

No hace falta aclarar que estos textos no agotan toda la poesía publicada durante ese año, pero intenta ser un aporte que muestre las variadas y valiosas poéticas que podemos leer actualmente en el país.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Entrega 2: 2 de enero de 2013




Selva Dipasquale (Buenos Aires), La disipación, Ediciones Recovecos, mayo de 2012.












Viajamos con Oropélida a Morteletes, ciudad a la que nunca debiéramos haber venido. Las barrancas atesoran unos hoyos profundos y delgados. Desde acá arriba diviso una ciénaga. Oropélida salta velozmente de una hondonada a otra como un animal joven. Se ríe. Y desde adentro de algún foso me dice: Quiero ser la madre-topo, quiero ser la madre-topo. Le digo: Salí de ahí, mamá-Oropélida. Se ríe. Desentierra la mitad de la cabeza de un hoyo, los ojos inmensos, se vuelve a esconder.
Me pregunto seriamente por qué habrá tomado esa actitud. Miro la ciénaga... el ventarrón me apalea y provoca una honda desolación. Bajo a caminar por la playa. El lodo me espanta. Un hombre rubio, de unos ojos celestes diabólicos, me alza en sus brazos. No dice nada. Y yo tampoco. Tiene el pelo descuidado y la cara poceada. Trota dentro de la ciénaga sin ninguna dificultad. Vamos y venimos. A pesar de esta corrida enloquecedora logro fijar la vista, allá en lo alto, en las barrancas.
Ella no sólo se mete en los baches naturales sino que los cava. Sale y entra erecta. Y se ramifica de color verde.








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